La aparición de la Directiva Europea 2006/40/CE significó que a partir del 1 de enero de 2011 no se podrían homologar nuevos modelos de vehículos en el Mercado Europeo que montasen un sistema de aire acondicionado basado en el refrigerante HFC-134a.
Posteriormente, debido a problemas de suministros de un nuevo gas, se aprobó una moratoria hasta el 1 de enero de 2013.
Y finalmente quedó aprobado que desde el 1 de enero de 2017 no se podría fabricar ningún coche en Europa con este gas.
Las líneas de investigación en busca de un nuevo gas que sustituyera al HFC-134a, optan actualmente por dos alternativas:
En primer lugar el HFO-1234yf. Este gas está desarrollado por DuPont y Honeywell. Como principal ventaja hay que destacar que su poder de calentamiento global es 300 veces inferior al del HFC-134a.
Además se podría utilizar en los sistemas diseñados para el uso del HFC-134a con mínimas modificaciones de los mismos.
Como contrapartida se ha calificado a este gas como "ligeramente inflamable". Y en este punto podemos señalar que es en dónde surgen los problemas.
Mientras que la Unión Europea, los fabricantes del gas y la Asociación de Ingenieros de Automoción de EE.UU (SAE) afirman que este gas cumple todos los requisitos de seguridad establecidos por la Ley, algunos fabricantes, como por ejemplo Mercedes Benz, realizaron pruebas en su modelo Clase B, en las que se observó no solamente la facilidad con la que se podrían producir incendios si el gas entra en contacto con partes del vehículo que se encuentren a altas temperaturas, como puede ser el colector de escape. También señalan desde Mercedes Benz la elevada toxicidad de este gas cuando se producía su ignición.
En el siguiente enlace se puede ver el video publicado por la empresa en la que se observa cómo se inflama el HFO-1234yf al producirse una fuga y entrar en contacto con el escape del vehículo.
En cambio, en una fuga de R-134a no se produce dicha combustión.
Tras estas pruebas desde la empresa se anunció oficialmente que debido a la peligrosidad del HFO-1234yf se iba a proceder a sustituirlo en los vehículos en los que se había montado y que por motivos de seguridad renunciaban a utilizarlo.
Este fabricante, al que se han unido BMW, Grupo VAG y Porsche, pretenden optar por el desarrollo y la optimización de sistemas frigoríficos basados en el CO2, como por ejemplo el R-744.
Así las cosas, a día de hoy, los fabricantes están divididos entre los que son partidarios del primero del HFO-1234yf (fundamentalmente el Grupo General Motors y los fabricantes franceses) y los que son partidarios del R-744 (los fabricantes alemanes).
Otros fabricantes, como por ejemplo Subaru o Toyota, no se han decantado definitivamente por ninguna de las alternativas y permanecen a la expectativa en espera de una decisión final de la Unión Europea.
Dado que, por ahora, la Unión Europea se ha decantado claramente a favor del uso del HFO-1234yf parece que este puede ser finalmente el gas elegido con el que montar en un futuro próximo todos los sistemas de aire acondicionado.
Pero habrá que esperar a una decisión en firme ya que desde Alemania, tanto el Gobierno, como los fabricantes como la KBA (el Organismo encargado de homologar los vehículos en ese país), pretenden intentar frenar el uso de dicho gas alegando, como ya hemos señalado, graves problemas de seguridad.
Finalmente podemos señalar que en lo que se refiere a la posventa resulta complicado a día de hoy adquirir el gas.
Solamente los fabricantes disponen de existencias para sus propios vehículos y por otro lado, debido precisamente a esta escasez y a su elevado coste de producción, se comienza a señalar que el precio de las cargas del R-1234yf podría oscilar entre 200 y 600 euros, cantidad muy superior a la que actualmente tiene la carga de R-134a.
Habrá que seguir a la espera de noticias. Pero mientras tanto las discrepancias entre fabricantes de vehículos, productores de gas e incluso Gobiernos dentro de la propia Unión Europea continua enconada.